miércoles, 4 de noviembre de 2009
Cómo vender. Los consejos de Tom Peters
Tom Peters enumera las 25 reglas de oro que debe seguir todo buen vendedor.
Tomado de HSMGLOBAL.COM
Con su característico estilo desenfadado, Tom Peters, el gurú del management, da una serie de consejos para ser un buen vendedor.
1. ¡Conocen su producto! Es obvio, pero no menos importante de señalar. Se debe ser endiabladamente inteligente sobre lo que se está vendiendo. El secreto para hacerlo va más allá de unas cuantas clases o leyendo uno que otro artículo. Se debe de buscar en Internet y otras fuentes externas para encontrar toda clase de comentarios periodísticos sobre el producto o servicio que su compañía está vendiendo. Responder quejas basadas en una mala crítica periodística del producto es crucial. También es una buena razón para empezar a desarrollar una red interna: conviértase en amigo del departamento de “desarrollo de productos”; aliéntelos a compartir con usted “la historia real detrás del producto”. El conocimiento directo del producto es un buen punto de partida, pero siempre hay que buscar más, mucho más. Aquel vendedor con mayor conocimiento de su producto es el que gana.
2. ¡Conocen a su compañía! Usted está vendiendo a su compañía de la misma manera en que está vendiendo su producto o servicio. Necesita entender sus procedimientos y finanzas. Lo que más necesita es construir una fabulosa red de contactos en todas las partes de la compañía, las cuales le enseñarán datos importantes y, además, actuarán como sus guardianes cuando se presenten problemas.
3. ¡Conocen a su cliente! Una vez más, debería buscar en todas las fuentes, incluyendo informes de analistas y gente que haya trabajado para la compañía del cliente. Llame a un viejo compañero del colegio que trabaje ahí. La meta: conocer el sabor y el tono de la “cultura corporativa” de la compañía-cliente. Conocer al cliente, obvio, implica conocer a los individuos con los que se va a tratar. Cualquier forma de consolidar una “red de conocimiento” vale la pena.
4. Aman la política, tanto en casa como fuera. Recuerde: Las ventas son política. Si no “ama” la política, va a ser un mal vendedor. La política, después de todo, es la manera en que se lidia con otras personas para cumplir con un objetivo. A veces puede ser frustante y exasperante –e incluso puede ocasionar el abandono de un trabajo-, pero el saber ser político es esencial para el ejecutivo de ventas.
5. Respetan a sus competidores de manera casi religiosa. Quizá los odie o quizá lo hayan entrampado en una venta. No importa: no critique a sus competidores. Nada lo infrovalora más que criticar a un competidor. La meta es demostrar porque nuestro producto o servicio es mejor, y porque nuestra compañía es una mejor firma. Va una verdad irrefutable: No hay una mayor bendición que un extraordinario competidor (ejemplo: UPS para FedEx). Los grandes adversarios nos mantienen alerta. Ninguno de nosotros mejora si no somos presionados por alguien más.
6. “Ponen micrófonos” en la organización de su cliente. “Poner micrófonos” en la organización de su cliente significa desarrollar relaciones íntimas en todos los niveles con la empresa de su cliente. Varias investigaciones apuntan a que las mujeres son con frecuencia mejores vendedoras que los hombres; precisamente porque son menos consientes de las jerarquías y están más dispuestas a invertir más tiempo en desarrollar relaciones de “bajo nivel”, lo que abre el camino para la venta con el “jefazo”. Esto consume mucho tiempo, pero vale la pena el esfuerzo.
7. “Ponen micrófonos” en su organización y en las organizaciones de los otros vendedores. Las probabilidades de “ganar la venta” aumentan dramáticamente si un vendedor se apoya en todo el talento de la compañía en la que trabaja. Usted está vendiendo la experiencia de trabajar con toda su compañía, no la mera experiencia de trabajar con usted. Un consejo: conozca a los ejecutivos “juniors” o a aquellas personas infrovaloradas en su organización; más aún, llévelos a las juntas con sus clientes. Un relativamente inexperto ejecutivo de finanzas de su compañía puede tornarse a la larga en su principal aliado. Una red de contactos entre los “despreciados” de la organización se transforma, a la larga, en una gran cantidad de dividendos.
8. Nunca prometa más de lo que puede cumplir. Esta es otra manera de decir: “la confianza cuenta ... para todo.” Los errores ocurren, lo que implica que en algún punto del proceso de venta usted tendrá que prometer de más. La idea aquí es no engañar, incluso si esto significa perder ventas. Tampoco se trata de ser demasiado conservador y nunca prometer nada; sin embrago, los vendedores ganadores siempre están más delante de aquello que prometen. El prometer de más puede costarle su trabajo; el siempre prometer de más, puede costarle su carrera. 9. Venda mediante la resolución de problemas específicos/ creando redituables oportunidades de negocio. Aquí está el “pitch” de ventas: “Nuestro producto resuelve estos problemas específicos (XXX) , crean estas increíbles oportunidades (XXX), y le harán ganar un montón (XXX) de dinero. Déjeme explicarle exactamente cómo: (XXX).”
Pregúntese: ¿Estoy vendiendo un producto o una “sorprendente y original solución” tan memorable que será recordada al paso del tiempo? Los vendedores no se limitan a vender productos, inclusive si son buenos productos. Un buen vendedor no vende un “rolex”, vende la “experiencia de usar un rolex”. Lema: los idiotas venden rolex; los genios venden el estilo de vida rolex.
10. Son capaces de involucrar a cualquiera, hasta a sus peores enemigos. Escenario: Usted tuvo una pésima experiencia con cierto vendedor o con cierto cliente hace dos años y aún sigue enojado por ello. Empero, se le presenta una situación de venta en la que ese vendedor o cliente le puede ayudar a aumentar su credibilidad en ese proceso. ¿Qué hacer? Tráguese su orgullo; llame a ese vendedor o cliente; páguele una fortuna y asegúrese de que le ayude a vender. Una venta inspirada significa utilizar todos los recursos a su alcance, incluso aquellos que antes no podía soportar.
11. Conocen la historia de su marca. Su compañía vende una “historia”, una “visión” y una “marca. Por tanto, un gran vendedor utiliza el poder de marca de su compañía.
12. Siempre saben que todos los problemas son sus problemas. Nunca le eche la culpa de un problema a una persona dentro de su organización... aún cuando tenga razón. Cuando a su cliente le llegue tardíamente un pedido, nunca diga “es culpa del departamento de operaciones” o algo similar. Usted es el vendedor; usted es el representante de la compañía; si algo salió mal, es su culpa. Esto, desde luego, no significa que usted no tenga el derecho de sentirse enojado con el departamento de operaciones; significa, eso sí, que no puede transmitirle ese sentimiento a sus clientes, pues en el momento en que lo haga, toda la confianza que el cliente tenía depositada en usted se ira a la basura.
13. Actúan como un conductor de orquesta. Hágase responsable de todo el proceso. Los grandes vendedores consiguen buenas comisiones por orquestar buenas experiencias de venta, y no tanto por formular grandes “pitchs” de venta.
14. Ayudan al cliente a conocer la empresa que está ofreciendo la venta. Sólo la gente estúpida esconde información. En realidad, usted no quiere que el cliente dependa completamente de supersona. Usted quiere que el cliente le de las gracias por todas las cosas maravillosas que la gente maravillosa de su compañía ha hecho por él. Si se presentan problemas y usted está fuera de la ciudad, su cliente deberá contar con varios contactos dentro de la organización que le puedan orientar.
15. Huyen de los malos negocios. No se trata de renunciar a la primera o cuando se presente algún problema. Sin embargo, se presentará un momento en el que usted encuentre a un cliente que no sea digno de confianza; cuando jugar sea demasiado riesgoso. Cuando llegue ese momento, lo mejor es huir con gracia. Seamos claros: los malos negocios existen. La vida es muy corta como para hacer tratos con gente deshonesta o reprobable.
16. Entienden que existen “las buenas pérdidas”. Una “buena pérdida” es un intento valiente que, lamentablente, no fructifica por una serie de razones más allá del vendedor. A veces una “buena pérdida” puede ser major que una “ganancia mediocre”. Una “ganancia mediocre” significa ganar poco dinero por repetir un viejo procedimiento; una “buena pérdida”, en cambio, significa crear una oportunidad increíble para un cliente que aún no estaba preparardo para lidiar con ella. Por ello, es importante ampliar los límites mentales de nuestros clientes.
17. Saben que no todo es un asunto de “precio”. Se puede perder una buena venta por una cuestión de precio, Y es válido quejarse con los directivos de la compañía en torno a los altos márgenes de ganancia que se quieren obtener. No obstante, una de las evidencias más claras de un mal vendedor es la queja continua sobre l pérdida de ventas por el “precio”. Un vendedor le presenta a sus clientes un esquema “oportunidad/ solución/ experiencia/ ingreso/ desempeño”. Quizá ese valor añadido no compense una ventaja de 50% del competidor sobre nuestro precio, pero sí debería valer algo; sobre todo en un mundo donde los valores añadidos e intangibles se han vuelto cada vez más importantes.
18. No comprometen a toda la compañía para hacer la primera venta. Un buen vendedor no compromete de manera absurda diversos servicios de la compañía a la que representa en aras de hacer la primera venta con un cliente importante.
19. Son respetuosos de los nuevos competidores, quienes son el verdadero enemigo. En el largo plazo, el verdadero enemigo nunca es el principal competidor por todos conocido, sino aquel que no logramos detectar en la pantalla de radar, al que no vemos venir; este competidor es el que tiene una brillante idea que nos pondrá contra la pared. Por ello, es recomendable trabajar con estas nuevas compañías para ampliar nuestra oferta de productos y servicios y así contar con un “aliado” en lugar de un “rival”.
20. Buscan a clientes “cool” que les abran una ventana al mañana. Nosotros (usted, el vendedor y su compañía) somos tan “cool” como nuestra cartera de clientes. ¡Así de simple! En el 2002, es imperativo que nuestra cartera de clientes incluya a empresas que buscan la excelencia en el “mañana”. Este es el secreto de la “innovación automática”: convivir con gente interesante, automáticamente lo hace más interesante y lo mantiene a la vanguardia.
21. Usan la palabra “alianza” de manera obsesiva. Le estamos vendiendo una experiencia al cliente, lo que involucra el esfuerzo concentrado y coordinado de todos los miembros de la cadena de abastecimiento. Un vendedor tiene la obligación de hacer sinergia y extraer todo el poder y la imaginación de la cadena de abastecimiento.
22. Mandan muchas notas de agradecimiento (escritas a mano). Las ventas son un negocio de relaciones, y el saber decir “gracias” es la base misma de una buena relación. ¡No mande simples mails de agradecimiento! Escríbale una nota de agradecimiento a todo aquel que le haya ayudado a concretar una venta, amén del puesto que estas personas ocupen en la empresa. Una regla de oro: el 50% de esas notas deberán ir a personas de la propia compañía que le hayan facilitado la experiencia al cliente.
23. Le ayudan a su cliente. Un gran vendedor mira a su cliente y se dice: “¿cómo podré ayudar a esta persona para que sea rica, famosa y la asciendan de puesto?”. Se trata de ayudarle a la compañía del cliente, claro, pero también se trata de convertir en héroes a los individuos que confiaron en nuestros productos o servicios.
24. Cambian a la civilización. Steve Jobs, el presidente de Apple, dijo una vez: “hagamos un cambio en el universo.” La noción de que el proceso de ventas puede cambiar a la civilización, o por lo menos ser algo significativo, es lo que nos mantiene motivados.
25. Mandan mensajes sencillos y claros. Sea simple y sea claro. No hay mejor forma de comunicarse.
domingo, 1 de marzo de 2009
Digamos, y solo digamos
El Comercio
Por: Gustavo Rodríguez
14 de febrero del 2009
Digamos, y solo digamos, que tengo un hijo de 12 años que es la luz de mis ojos. Es cariñoso, inteligente, y su madre y yo lo adoramos. No es saludable comparar a nuestros niños pero digamos, y solo digamos, que desde que lo veíamos dar sus primeros pasos en el parque nos dábamos cuenta de que era más pequeño que otros. Con el tiempo lo confirmamos: en el nido había niños que le llevaban media cabeza y más. Sin embargo, no le importaba, o quizá ni se daba cuenta.
Digamos que fue en el colegio cuando mi hijo empezó a sentir algo de bronca por su estatura. Un día que fui a recogerlo descubrí que unos niños de segundo grado lo fastidiaban, cantándole que era un piojo. Él trataba de atraparlos, pero los demás eran más rápidos y grandes.
Digamos que fue acostumbrándose a ser de los más pequeños de su clase, lo que compensaba con su simpatía. Sin embargo, recordaba lo cruel que se puede ser en un colegio y a veces lo imaginaba soportando chapas como “leñador de bonsái” o “Tarzán de maceta”. En mi fantasía lo veía salir airoso con alguna frase más sorprendente que la que repetía su madre, que el mejor perfume viene en frasco chico.
Con el tiempo el tema de su estatura nos dejó de parecer importante en su desarrollo social: no era el más popular de la clase, pero los pocos amigos que tenía eran buenos.
Sin embargo, tuvo que llegar la adolescencia y sus inseguridades. Digamos que un día su madre le encontró un frasco de multivitamínicos. Y que le descubrí un recorte de esos curiosos zapatos llamados Elevate Shoes. Digamos, y solo digamos, que su madre y yo empezamos a inquietarnos por su excesiva preocupación: lo habíamos alimentado bien, le dábamos amor, le pusimos límites y, a la vez, libertad según cada etapa de su vida. ¿En qué nos habíamos equivocado?
Hace poco lo invité a almorzar y le confesé lo nervioso que me ponían las chicas a su edad, no por mi estatura, sino por mi acné. “Y ya ves —le dije—, me casé con una hermosura como tu madre”. Sonrió pero no dijo nada. Cuando volvimos al carro, la brisa entraba por la ventana abierta. Conversábamos bonito, a lo largo de la Javier Prado.
Y digamos que de pronto nos topamos con el panel de una leche que usted conoce, que muestra a un chiquillo, incómodo, frente a una chica más alta y una frase que confirmaba el temor de mi hijo y echaba por tierra mis esfuerzos: “Los chatos no la pasan tan bien”. Digamos que me dieron ganas de mandar al carajo esa frase y esa campaña. Y eso que, en verdad, no tengo un hijo bajito. Pero hablo en nombre de los miles de padres y niños que no tienen por qué ser cuestionados en su inseguridad solo porque unos marketeros quieren vender más leche. ¿Quieren aludir a los chatos? Háganlo, pero sin estigmatizarlos: en su anterior campaña lo habían hecho bien.
No le den la razón a Beigbeder, el publicista convertido en novelista: “En mi profesión, nadie desea su felicidad, porque la gente feliz no consume”.
WWW.TORONJA.COM.PE
domingo, 28 de diciembre de 2008
En el Blog, la vida es más sabrosa
Buen artículo de Augusto Álvarez Rodrich quien nos habla de la evolución de los medios digitales en el Perú y de como los medios tradicionales van entiendo la importancia de la segmentación.
Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe
28 de diciemnbre del 2008
La navegación creciente en la ‘cholósfera’.
Un rasgo relevante del turbulento 2008 que tuvieron los medios de comunicación peruanos fue el boom de los blogs en un contexto de creciente penetración e influencia de la ‘cholósfera’.
La explicación de algunos para este hecho es que los blogs peruanos estarían aprovechando un cierto amodorramiento de la prensa tradicional. Puede ser, pero creo que el motor principal de su avance evidente es el empuje enorme de internet y la consecuente mayor gravitación de la prensa digital.
Es obvio que la gente joven recurre cada vez más a esta vía como instrumento para enterarse, de una manera focalizada, sobre los asuntos que realmente les interesa.
Todavía hay quienes sostienen la tesis equivocada de que la prensa digital no califica como periodismo. Los que quieran acabar de convencerse de dicho error podrían revisar las opiniones de Jean François Fogel, de Le Monde, quien con motivo de la primera década del sitio de internet de su diario, comentaba que “el futuro ya tiene diez años”.
Sin duda, por ahí van las cosas en el mundo, aunque es obvio que esto no significa, necesariamente, la muerte del resto de medios. Y, como no podía ser menos, por ahí van las cosas también en el Perú, donde una ‘cholósfera’ diversa y variopinta compite cotidianamente por la audiencia, con una avidez y ambición propias del que sabe que no tiene el éxito asegurado y que requiere, por tanto, jugársela día a día.
A pesar de ello, un elemento que sorprende a quien como yo, que viene de la prensa tradicional y que recién está navegando por la ‘cholósfera’, es el espíritu de cooperación entre los blogs, donde la primicia de uno es rápidamente recogida –citando la fuente– por el resto. Es obvio que son conscientes de que están construyendo, todos juntos, un bien común.
La intrepidez es un rasgo de muchos blogs que los distingue de la prensa tradicional, donde las cosas suelen ser más predecibles. Pero también es un factor que a veces los lleva a perder rigor (aunque, la verdad, lo mismo pasa en la ‘gran prensa’).
El 2008 fue el año del boom de los blogs. De ahí salieron varias primicias que dieron que hablar y que movieron el ambiente periodístico. Aún están en una fase incipiente, pero vaya que lo están haciendo bien, y su peso será mayor en el futuro.
Por ejemplo, en la campaña electoral del 2011. Los políticos que no lo entiendan y cuya obsesión siga –como Alan García– en las columnas de opinión de la prensa escrita, pueden estarse perdiendo lo más sabroso del periodismo. Deberían preguntarle a sus hijos qué es lo que ellos están leyendo y cómo se están informando.
lunes, 26 de mayo de 2008
Cohibidos
Dos o tres veces por año, Jessica, Anita, Piolo y yo nos vamos a bailar salsa a un huequito en Miraflores llamado Cohíba.
Unos cuantos sones, unos cuantos rones y unos cuantos patacones e inevitablemente el márketing se impone y aquí estoy en la mesa, pensando lo mismo: qué gran ejemplo de segmentación de mercado es este.
Porque vamos a ver: locales para bailar salsa siempre ha habido, claro, pero entre el clásico salsódromo y este lugar hay una gran diferencia: el segmento al que van dirigidos.
Lo del Cohíba apunta al segmento salsero premium de buen poder adquisitivo. Mientras que en un salsódromo abundan las botellas de cerveza, lo que veo a mi alrededor son botellas de Havana Club y Etiqueta Negra. Y si en un salsódromo la edad promedio es de 20 a 30 años, en este local casi todos son de mi promoción o mayores que yo.
Para atraer a este consumidor los dueños de este local parecen haberlo estudiado muy bien. Pensemos un ratito: ¿Qué espera un pata de 40 a más años que quiere irse a tonear un rato con su esposa y sus amigos? Nada del otro mundo: seguridad, buena música, buen servicio, un ambiente bonito, trago sin bambear, limpieza y --sobre todo-- un público GCU que va a pasarla bien sin pegarse la tranca del siglo y agarrar a botellazos a alguien.
Detecto una mezcla muy fina de anzuelos y frenos aquí. No me costó encontrar estacionamiento, el cuidacarros se veía confiable y había seguridad en la puerta. Por otro lado, quien quiera entrar tiene que soltar 20 soles por cabeza sin esperar nada a cambio; y más vale que tenga una reserva y que --aún teniéndola-- llegue temprano. Es que estoy sentado en un local de unos 300 m2 con una capacidad muy limitada. Esto no es un hangar.
La decoración es simpática, la orquesta está buenísima (aunque se toma descansos demasiado largos), el servicio es amable, la carta de tragos y piqueos es simple, pero suficiente y los baños son limpios. Qué más se necesita para tonear tranquilo, digo yo.
Ojalá que no se les suba el éxito a la cabeza y se les ocurra ampliar el local --pienso--. Yo creo que se perdería la magia que flota en este ambiente.
Pero si yo fuera dueño de esto, quisiera crecer, y sería lícito. ¿Cómo lo haría? Me parece que en un caso como el del Cohíba el camino no es la ampliación sino la clonación: replicar la experiencia que han logrado construir en este local, abrir uno en cada zona de la ciudad, en provincias o, por qué no, en "extrangia". Eso se puede hacer despacio con dinero propio, o más rápido a través del franquiciamiento.
La orquesta ya regresó de su descanso. Piolo y Anita ya están toneando. Jessica está lindísima a mi lado y cuando la miro me dice:
-¡Te fuiste, chico! ¿En qué piensas?
- Na'... Que voy a escribir de esto en mi columna. Pero ahora ¡vamo' a bailar, chica!
http://www.robbyralston.com/
publicado en el diario El Comercio el sabado 24 de mayo
lunes, 12 de mayo de 2008
Cómo desarrollar una marca valiosa
¿Para qué sirve una marca? ¿Con qué cualidades debe contar una buena marca?
Una marca tiene muchos beneficios. Principalmente, facilita la identificación y la diferenciación del producto. Pero por encima de todo, lo que una marca debe tener es una idea. Las marcas no son los nombres o los logotipos, son las ideas que representan. Y esas ideas deben ser diferenciadas y relevantes para el mercado objetivo.
¿Cuál debe ser la visión de una marca para lograr que sea exitosa?
La visión de una marca es distinta a la visión de una empresa. La visión de una marca debe ser una frase corta e inspiradora, que defina una meta en específico. También debe representar un sueño y una realidad y dejar claro a todos los trabajadores de la empresa qué es lo que se espera de ellos.
¿La visión de la marca vendría a ser el slogan?
No. Por ejemplo, la visión de la marca Nike -según lo que he leído- es "hacer de cada persona un deportista". Es así de simple, así de clara, así de soñadora, así de inalcanzable. Y esa marca luego se tradujo en una famosa frase: 'Just do it!'.
¿Cuando se crea una nueva marca, cómo saber cuál es el precio que pagarán los consumidores por el producto de esa marca?
Ufff... esa pregunta es interesante pero muy larga de contestar. Lo que sí te puedo decir es que el precio es parte del posicionamiento de una marca. Si eres el mejor auto del mundo, no puedes ser el más barato, porque nadie te va a creer que eres el mejor. La marca debe tener una política general de precios: ser la marca premium (la más cara del mercado), ser una marca de precio económico o ser una marca que está 5% por debajo del líder de esa categoría de producto.
¿Las tácticas para posicionar la marca de un producto son distintas a las de un servicio?
En principio son las mismas. La teoría del posicionamiento dice que una marca debe significar una sola cosa en la mente del consumidor y que debemos definir bien qué es lo que queremos decir y a quién, siendo tremendamente creativos a la hora de decirlo. Eso es igual para una empresa de servicios, productos o para una ONG.
¿Qué ejemplos de posicionamiento de marcas exitosas hay en el Perú?
¡Muchos! Creo que el más claro de todos es el de Inca Kola, marca que se posicionó como la mejor alternativa de gaseosa peruana entre las gaseosas internacionales. Backus también viene realizando un buen trabajo de reposicionamiento de sus marcas. Ahora Cristal es la del Perú; Pilsen, la de los amigos; Barena, la joven, etc.
¿Una marca tiene que ir dirigida a un segmento específico del mercado o puede ir dirigida a todo el mercado?
Dependiendo del producto, la categoría y del momento en que llegas a los consumidores. Digamos, si llegas cuando la categoría ya está superconsolidada, lo que te conviene es buscar un nicho en el mercado. Si llegas cuando la categoría está libre y eres el único, pues vendéles a todos.
Recuerda el caso de Microsoft. Bill Gates llegó con su sistema operativo cuando no había nadie en el mercado, pero tampoco pretendió vender su producto solo a los que hablaran inglés. Él se propuso vender un sistema operativo para cada computador que produjese. Hoy, los que quieran destronar a Windows, jamás podrán robarle todo el mercado de golpe. Tendrán que segmentar y atacar pequeños nichos.
¿Cómo saber cuándo diversificar los productos de una marca?
Una marca poderosa es una buena plataforma para lanzar lo que se conoce como extensiones de marca. Pero para eso se debe buscar coherencia, lógica y un beneficio adicional para el consumidor. Por ejemplo, en el caso de Sublime, antes solo era un chocolate y ahora también ofrece helados y bombones. ¿Pero alguien se compraría un pantalón marca Sublime? No. Hay ciertos límites.
¿Por qué la marca debe tratar de ser el activo más valioso de la empresa?
Una marca bien trabajada puede llegar a ser el activo más valioso de una empresa. Cuando Backus compró Cusqueña, pagó por esa marca mucho más de que lo que pagó por la fábrica, los camiones y las botellas. El consumidor le dio preferencia a la marca y no a la empresa necesariamente.
¿Cuando se vende o se compra una empresa, quién y cómo le pone el precio a la marca?
Hay empresas especializadas que se encargan de valuar a las marcas. La más famosa de esas empresas se llama Interbrand.
¿Y cómo lograr que los consumidores se identifiquen con la marca?
El consumidor se identifica con las marcas de muchas maneras, pero principalmente eso se logra por la vía emocional. Las marcas que se conectan emocionalmente con el consumidor son las que terminan siendo verdaderas marcas poderosas.
Claro, leí que la marca se ve, se oye, se huele, se siente...
Exacto. Se puede trabajar en todos los sentidos. Cuando uno entra a una tienda de zapatos, puedes hacer que la tienda huela a cuero.
¿Qué opinas de las marcas que se vuelven genéricas como el caso de Frigider, Quaker o Vinifán? ¿Crees que es bueno o malo para las marcas?
Yo creo que es buenísimo. Hay gente que entra a la tienda y pide un Kolynos y el bodeguero le da una pasta de dientes. Lo único es que en ese caso hay que ser muy cuidadosos con los registros de marcas.
¿Crees que es bueno para la marca cuando su mercado la considera un genérico?
El mercado no la considera un genérico. Los marketeros la consideran así. El consumidor la considera la mejor de la categoría.
Sin embargo, si a tu marca la relacionan directamente con un producto, eres más vulnerable a que te pirateen
Piratería....ese es otro tema interesante. Ahí es donde entra la estrategia del precio. ¿Ustedes creen que alguien piratearía un Windows si costara US$5? Siempre cuesta entre US$300 y US$400, porque el producto es demasiado atractivo. Pero hay productos que son más fáciles de piratear que otros.
¿Pero, qué pasa cuando el consumidor no considera a la marca como la mejor de la categoría, sino que, por ignorancia, la menciona pensando que así se denomina el producto?
El nombre, así como el logotipo, deben ser el resultado de una estrategia de marca. Muchas veces partimos por la parte creativa y buscamos un nombre y un logo para nuestra marca. Pero lo que debemos hacer es partir por la estrategia: qué es lo que quiero lograr con mi marca y cómo lo voy a lograr.
¿A qué se refieren los expertos cuando hablan del mito de la marca intocable?
El mito de la marca intocable habla de cómo muchas empresas se mueren de miedo antes de tocar su logo. Pero se sorprenderían al saber la cantidad de veces en que las grandes marcas cambias sus logos. Imperceptiblemente a veces, dramáticamente en otras; pero no dejan que sus logos envejezcan. Y es que las empresas saben que sus logos son la representación gráfica del activo más valioso de la compañía.
Es importante saber que:
Las personas pagan más por la mejor calidad que perciben en una marca poderosa. Así, el valor de una marca está en la mente del consumidor, independientemente de la realidad.
puede ver la nota en el link:
http://www.elcomercio.com.pe/EdicionImpresa/pdf/2008/05/11/ECCH110508j14.pdf
domingo, 27 de abril de 2008
Los curanderos no hacen las marcas
¿Qué significa el diseño gráfico dentro de la concepción de una marca?
¿En Argentina existe un sector que haya comprendido la importancia del diseño gráfico como un valor agregado a la marca?
Piazza: En Argentina las pymes marcaron la tendencia. La crisis del 2001 nos obligó a pensar en pymes exportadoras, pymes que iban a necesitar mejores diseños para competir en el mundo: desde el envase de productos hasta logotipos. Eso hizo un espejo con el mercado local, que empezó a mejorar el diseño dentro de la misma Argentina. Pero no esperen (en el Perú) a que suceda una crisis, como la que tuvimos para comprender el tema. Esperar hasta la crisis es bastante doloroso.
¿Las empresas exportadoras, grandes y medianas, podrían ser ese disparador?
¿En América Latina es difícil convencer a un ejecutivo sobre la importancia del diseño?
Ghio: Ese problema pasa en todos lados. Las personas son personas y los negocios son negocios, hagas lo que hagas. Lo que define el lugar del diseño en las empresas empieza por los diseñadores. En Argentina hemos pasado de una etapa en que las empresas no nos necesitaban a una etapa en la que saben que nos necesitan pero no saben para qué. A veces los diseñadores decimos que un cliente no sabe lo que quiere y eso es falso. El cliente sabe perfectamente lo que quiere, es su negocio. Creemos que nos falta explicar mejor que el diseño es parte del alma de una marca, el diseño es una herramienta irreemplazable a la hora de los negocios. Sin diseño es como tener un commodity o un producto sin alma.
En galería Centro Lima hacen diseños de logototipos en cinco minutos. ¿Qué opinan?
sábado, 19 de abril de 2008
La marca vale más que los activos fijos
¿Hay manera de cuantificar el valor de alguna marca?
¿Qué tan difícil es construir una imagen de marca efectiva?
Allí se crea la preferencia sobre las demás, la fidelidad hacia la marca.
Y todo construye marca, desde los empaques hasta los uniformes de los trabajadores, pasando por la papelería por nombrar casos.
Sin embargo, a pesar de lo que implica la imagen de marca, aún algunos la ven como una tarea centrada en publicidad, promoción y tareas de comunicación, cuando en realidad esta se construye desde las cabezas de la organización.
Lograr una buena imagen de marca no significa tener el éxito asegurado por siempre. Hay que cultivarla para que no muera.
¿Cómo ve a las empresas peruanas en ese sentido?
¿Se está avanzando entonces?
miércoles, 9 de abril de 2008
Vendiendo ideas
miércoles, 2 de abril de 2008
Vender ideas y no productos
En un mundo donde todos los productos tienden a parecerse, al marketing le toca la tarea de inventar las diferencias, sostienen los gurús del área.
por Richard Tomkins
Pareció que se trataba de apenas otra dosis de palabrerío publicitario típico, cuando Saatchi & Saatchi sacó la palabra "publicidad" de su nombre y empezó a venderse a sí misma como "empresa de ideas". "Las ideas son la moneda del futuro", decía su informe anual hace unos años. Y cuando uno abría la portada, la consigna se repetía, esta vez en un mensaje extraño, grabado digitalmente por Kevin Roberts, el CEO de la firma, que sonaba como si hablara el embajador del planeta Zog. Pero ahora todos parecen estar subiéndose al tren de Saatchi & Saatchi. Las ideas se han convertido en el último grito del pensamiento de negocios, o, al menos, en una clara nueva ola de la literatura de negocios. Ya aparecieron suficientes libros sobre el tema como para consolidar un robusto subgénero. En las últimas semanas leímos The Big Idea ("La gran idea") de Robert Jones, Unleashing the Idea Virus ("Liberar la idea virus"), de Seth Godin y Leading The Revolution ("Liderar la revolución") de Gary Hamel. Todos ellos sostienen que, como dice Jones, "el mercado de hoy es una guerra de ideas". Para la mayoría de la gente, esto suena tan obvio que parece una banalidad. Después de todo ¿existió algún momento en la historia de los negocios en que la innovación no fuera premiada? Así y todo, esos libros realmente muestran que el fin de la revolución industrial significó un cambio histórico para los negocios, haciendo que las ideas se vuelvan más importantes que nunca.
¿Y cuál es la gran idea? Según los "ideólogos", estamos entrando en una era en la que el éxito en los negocios no depende de ser mejor que los rivales sino en diferenciarse de ellos. En la era industrial, la noción de logro era la del progreso continuo, dice Hamel. Su primera encarnación fue la idea del management científico concebida por Frederick Winslow Taylor, y entre sus muchos descendientes se cuentan el concepto japonés de kaizen y las nociones de reingeniería y planeamiento de los recursos empresarios surgidas en los años 90.La cumbre de la era del progreso, dice Hamel, fue convertir el conocimiento en commodity. "Hoy, uno puede comprar conocimiento por kilo, a los consultores que pregonan las mejores prácticas, al personal que acabamos de robarle a la competencia y a todas las empresas que esperan que les tercericemos todo."Pero el problema es que todos los rivales pueden hacer lo mismo". Según Hamel, la mayoría de las empresas ya llegó al punto del retorno decreciente en sus programas de mejoras incrementales. Cada vez se hace más caro conseguir avances más pequeños. En lo esencial, los negocios ya recorrieron todo el camino posible en términos de progreso lineal y tienen que empezar a buscar otras maneras de ganar la carrera.
Jones presenta una situación similar, aunque con un enfoque diferente. En la segunda mitad del siglo XX, dice, el mundo se volvió cinco veces más productivo y el comercio global aumentó veinte veces. El resultado fue un vasto incremento de la cantidad y disponibilidad de productos. Más productos significan mayor competencia, con lo cual las empresas han tenido que perfeccionar lo que hacen hasta llegar a un punto en el que la calidad ya no es el rasgo diferencial sino una condición del ingreso al mercado. El problema con la perfección, dice Jones, es que a medida que los productos van hacia ella, son cada vez más parecidos entre sí. Cada empresa copia las mejoras, las innovaciones y las mejores prácticas de las otras, lo que deriva en lo que el especialista en management Tom Peters ha descripto como "la plaga de la mismidad". Un ejemplo obvio son los autos, que son mucho más confiables que antes pero que perdieron sus personalidades distintivas, salvo en ciertos nichos. En el contexto de la elección presidencial estadounidense, resulta tentador proporcionar un ejemplo tomado de la política. Los dos partidos en pugna desarrollaron campañas tan cuidadosamente calculadas en sus tácticas, cooptando las ventajas del otro y aprendiendo de los errores del rival que ambos se neutralizaron en una suerte de "punto muerto".
El mensaje de Hamel y Jones es que, en la mayoría de los negocios, ya no es posible vencer a la competencia sólo con avances que serán instantáneamente copiados. Casi todo los productos y servicios se están "comoditizando", en el sentido de que compiten básicamente en el precio. De manera que las ideas hacen la diferencia crucial. En este punto, Hamel y Jones divergen. Jones opina que las compañías exitosas se están dando cuenta de que los clientes quieren algo más que mera funcionalidad de los productos y servicios: quieren ideas que transformen esos productos y servicios en algo más, algo que tenga una dimensión emocional con la que la gente puede identificarse. Entre los ejemplos cita a Virgin, por su idea iconoclasta de "estamos de tu lado"; a Body Shop, por su perfil de empresa "verde" y a Benetton, por su intento de sugerir una idea de humanidad a través de imágenes publicitarias polémicas. Hamel, sin embargo, cree que la respuesta es la innovación. Las empresas necesitan dar rienda suelta a su creatividad para generar una corriente continua de ideas que permita crear nuevos productos revolucionarios. "La innovación radical, no lineal, es la única manera de escapar a la hipercompetencia que redujo brutalmente los márgenes en todos los sectores", dice.
Seth Godin coincide tanto con Hamel como con Jones en el diagnóstico. Hoy, sostiene, "las ideas no son la atracción secundaria que hace a nuestra fábrica un poco más valiosa. Es al revés: nuestra fábrica es la atracción secundaria que hace a nuestras ideas un poco más valiosas". Un buen ejemplo es Nike, la empresa de calzado deportivo, que prácticamente carece de capacidad de fabricación, pero que hace dinero a partir de sus ideas. "Es la idea de las zapatillas Air Jordan y no el zapato lo que le permite a Nike vender ese producto a más de cien dólares. Es la música y no el calce", sostiene Godin. El problema con las ideas es que, una vez que se traducen en productos y servicios, o son imitadas o pasan de moda. De modo que no es suficientemente bueno tener una idea: tiene que haber un proceso de incesante invención. Significativamente, Nike acaba de lanzar un sucesor de la línea Air Jordan llamado Nike Shox, que utiliza la tecnología de amortiguación automotriz para absorber el impacto de las pisadas, reemplazando el colchón de aire de la línea Air Jordan. Como observa Godin, hoy "todo, desde las campañas presidenciales hasta la odontología está manejado por modas y el éxito es de los que comprenden esto".
En cierta forma, hoy la mayoría de los negocios están en el campo de la moda. Igual que los fabricantes de ropa (que necesitan todo el tiempo encontrar razones de por qué hay que comprar nuevas prendas), los demás negocios tienen que generar una corriente de ideas para satisfacer nuestro deseo de la siguiente novedad. ¿Los negocios crean ese deseo éste emerge por sí mismo? Según Godin, Internet nos convirtió a todos en cultores de lo nuevo. "AltaVista no es mejor que Google.com. No uses la Palm, ya es anticuada. Mejor probá esta Handspring."Sea cual fuere la razón, las empresas ya no obtienen la mayor parte de sus ganancias cosechando el dinero de los lerdos que finalmente se acercan a comprar alguna cosa cuando ya se ha vuelto masiva. Ganan dinero el primer día, semana o mes en que ponen a circular una idea.
lunes, 24 de marzo de 2008
Secretos de un gran vendedor - parte IV
martes, 18 de marzo de 2008
El márketing 3.0 creará lazos de amor
(nota: pueden ver el artículo relacionado con este tema titulado Colombia y La tierra es Plana en
¿Qué deben hacer las empresas para publicitar sus marcas en un mundo en el que la gente está aburrida de la publicidad?
domingo, 9 de marzo de 2008
Descubrir los puntos débiles de su fuerza de ventas
Para saber como es el desempeño actual de las fuerzas de ventas y como podría mejorar, los investigadores entrevistaron a 111 altos ejecutivos de las más importantes corporaciones, cuyas divisiones de ventas estan consideradas entre las mejores del mundo. Increíblemente, en las encuestas, los ejecutivos manifestaron, en general, estar decepcionados de sus equipos de ventas. Los resultados obtenidos indicaron que, de una escala de 1 a 10, el promedio de calificación fue de 7. Lo interesante es que las diferencias entre grupos con mejor o mayor desempeño, dentro de esta calficación, son producto de capacidades superiores en gestión, procesos y habilidades de ventas en conjunto, más bien que de una capacidad única que explicara la ventaja.
El estudio concluye que para mejorar el departamento de ventas, los ejecutivos deben asegurarse que "todos los componentes del aparato de ventas tengan un buen funcionamiento y se refuercen mutuamente".
Dichos componentes son los siguientes:
1. Capacidades de los vendedores
- detectar y llevar adelante oportunidades de ventas,
- transformar estas oportunidades en negocios cerrados a traves de la planificación, la
estrategia, la identificación de las necesidades del cliente y la negociación,
- la capacidad para fortalecer las relaciones con clientes brindando soluciones adecuadas le
permitirá a la fuerza de ventas obtener un mejor índice de retención de clientes.
2. Habilidades de los gerentes de ventas
- formular la correcta estrategia desarrollando planes para el crecimiento de los negocios,
- entrenamiento de vendedores efectivo al proveerles instrucciones y retroalimentación,
- motivación.
3. Los sistemas de apoyo
- capacidades de contratación atrayendo talento de alto nivel,
- sistemas de gestión de desempeño estableciendo objetivos claros y medibles,
- sistemas de gestión de oportunidades para controlarlas desde el contacto inicial hasta el
cierre de la venta.
- procesos de gestión estratégica de cuentas que establece asociaciones con clientes clave.
- adecuados y efectivos sistemas de tecnologías de información (como el CRM)
- sistemas de capacitación y desarrollo.
4. Ambiente de la organización de ventas,
- claridad, para que los vendedores comprendan lo que se espera de ellos,
- compromiso, para que los vendedores y gerentes se dediquen a lograr objetivos desafiantes,
- responsabilidad, en la que los vendedores toman la iniciativa sin requerir mucha supervisión
- reconocimiento, que recompensa el trabajo bien hecho.
Al igual que los ejecutivos participantes en la encuesta, Ud. puede calificar cada uno de estos aspectos del 1 al 10 y evaluar sus propias percepciones y las de su fuerza de ventas.
sábado, 8 de marzo de 2008
Secretos de un gran vendedor - parte III
Continuando con los secretos de un gran vendedor les ofrecemos tres principios, para tener éxito en ventas , según la perspectiva de Gitomer:
Principio No. 3
No es a quién conoce usted, es quién lo conoce a usted.
Juan David Giraldo, de Casa Luker, saca del escritorio un montón de tarjetas personales y pasando una tras otra, dice: “con algunas recuerdo la cara del vendedor, pero otras tristemente no sé de quién son… y me pregunto ¿qué hicieron las del primer grupo para quedarse grabadas en mi mente”. Plantéese en cada cita, ¿cómo impactar?, ¿cómo darme a conocer? En ventas, usted es su propia marca. Como viste, se proyecta o habla determinan en segundos, si es recordado o no. La pregunta “No es a quién conoce usted, es quién lo conoce a usted”, plantea Gitomer. Algunos vendedores van más allá para ser visibles. Saben que “entre más se posicionan, menos compiten”. ¿Tiene usted su propia página en internet como vendedor?, ¿lo consideran sus clientes una fuente de información?, ¿escribe o da charlas sobre aspectos puntuales de su industria?, ¿es visto como un innovador y un líder? El conocimiento es confianza, la confianza son ventas.
Principio No. 4
Es relaciones, es valor. No todo es precio.
“Cuando no hay valor para ofrecer, todo lo que queda es precio”, sentencia Jeffrey Gitomer. Si usted se presenta como vendedor de precio, así lo tratarán en compras. Si el precio es su primer argumento de ventas, prepárese a bajar hasta más no poder. Recuerde que en compras se busca la mejor alternativa, no el menor precio. Es un paquete que incluye seguimiento, conocimiento, que el vendedor no se pierda en tiempos difíciles… El objetivo no es que el precio sea el más bajo, sino que sea justo para ambas partes. Deje de pensar en usted y su producto como un commodity. ¡Pero mi cliente solo piensa en precio! o ¡las compras se deciden en propuestas cerradas y por la mejor oferta! Por supuesto, el factor precio es crucial. Pero hay mil y un formas de ofrecer valor. Construya relaciones de amistad y confianza. Actúe profesionalmente, pero no deje de ser amigable. Como dice Gitomer, “cuando todas las variables son constantes, la gente prefiere hacer negocios con sus amigos”.
Principio No. 5
Elimine las frías llamadas. La cara vende más que nada.
El mejor consejo de un gerente a sus vendedores cuando no se están logrando los objetivos: “la carita”, “la carita”. Thomas Watson, fundador de IBM, quien toda su vida fue vendedor, planteó “los intercambios no son solo mercancías o servicios, sino también de hombres, de sus métodos e ideales”. De ahí que un vendedor deba llegar más allá de las frías llamadas. ¿Cuántos de sus mejores amigos los consiguió por teléfono? Ya lo sabe, si las cosas no salen como deben, “la carita” hace el milagro. Para Gitomer, entre más personas contacte directamente, mayor será su potencial de ventas y referenciados. De hecho, recomienda asistir a todo tipo de eventos de negocios, y sociales para ampliar su red de contactos. “It’s Not Work, it’s Network”, es su forma de entender el ideal en un día de trabajo de un vendedor.
sábado, 1 de marzo de 2008
Negociaciones peligrosas
Negociaciones peligrosas
Diario El Comercio Perú
No cabe duda de que un elemento fundamental para sostener una negociación exitosa es la capacidad de las partes de poderse comunicar frecuentemente y esto lo facilitan la tecnología y comunicaciones modernas; sin embargo, se mantienen estilos de negociación que atentan contra el objetivo de llevar adelante una negociación eficiente, de bajo costo y que perdure en el tiempo.
Según el destacado consultor de empresas Michael Corbett, existen dos estilos diferentes en los procesos de negociación. El estilo ganador-perdedor y el estilo ganador-ganador.
No cabe duda de que la primera modalidad es la más común, y está asociada al llamado estilo soviético, término utilizado para describir cómo antiguamente los líderes de esa nación llevaban a cabo sus negociaciones. Entre las características que tienen estos negociadores está el adoptar posiciones iniciales extremas, lo que implica plantear demandas demasiado exigentes u ofertas ridículas, que afectan de manera radical las expectativas de la otra parte. También muestran autoridad limitada, lo que significa que el negociador indicará que no tiene caso que él haga alguna concesión, porque simplemente no se la van a aceptar, vale decir, se convierte en un mediador.
En síntesis este tipo de negociador percibe el proceso como una lucha en la que solo existen dos posibles resultados: ganar o perder, y a lo largo de la negociación se guiará por el concepto de suma cero, vale decir, lo que el contrincante gana, él pierde.
Este negociador es batallador, rudo y nunca considerará las necesidades del otro y una vez conseguida la victoria, sus intentos por satisfacer sus necesidades se harán más brutales. Es claro, por lo tanto, que un negociador de este tipo nunca estará interesado en un resultado beneficioso para ambas partes y en ese sentido el costo de negociación será muy alto, ya que tal vez logre cerrar un acuerdo, pero el tiempo jugará en su contra y más temprano que tarde tendrán que producirse adendas para adecuar el contrato o simplemente la parte afectada lo rescindirá, llevando el proceso a fojas cero.
El segundo estilo de negociación se caracteriza por buscar lograr una relación de colaboración. En este caso, el negociador parte del supuesto de que cuando dos negocian, lo hacen para lograr una satisfacción mutua. La negociación, por lo tanto, deberá proveer a ambos aceptables ganancias, de manera tal que, dado un conflicto, se buscará que ambas partes trabajen para alcanzar una solución creativa que enriquezca sus metas.
Este tipo de negociación no solo crea soluciones positivas, sino que establece relaciones más estrechas entre las partes involucradas. De este modo, comprador y vendedor, en vez de pelear, se preguntarán cómo podrían trabajar para que el proceso en cuestión les dé ganancias a ambos.
Siempre es importante mostrar preocupación por la dignidad de la otra parte, apreciar su punto de vista y practicar la empatía. En este sentido, negociar por mutua satisfacción involucra compartir compromisos, es decir, formar una alianza estratégica que servirá para construir una relación del tipo ganador-ganador.
En síntesis, se trata de desarrollar una relación de entendimiento, respeto y confianza. Estas tres palabras mágicas son la clave para lograr un proceso de negociación eficiente y de bajo costo, ya que lo más probable es que se logrará un acuerdo que perdure en el tiempo y que no requerirá modificaciones drásticas en el camino.
Ronald Coase se adelantó a su tiempo y predijo lo que es hoy una realidad incontrastable: Las empresas modernas han tomado ventaja de la tecnología de información y de las comunicaciones para interconectarse con proveedores y han entrenado a sus ejecutivos, para que aprendan a negociar de ganador a ganador y así obtener las sinergias necesarias, para alcanzar niveles de eficiencia insospechados, haciendo alianzas con expertos en cualquier parte del planeta.